martes, 28 de junio de 2011

Puedo sonar super-mal humorada últimamente, que parece que Andres estuviera todos los días, pero la true, true eh, es que soy más frágil que, que, que una copa de vidrio, entre miles de valijas pasajeras, con las turbulencias de las cenizas de el volcán Chileno en avión, terribleee.
No quiero mentirte, no quiero que me mientas. Decime palabras que nunca pueda olvidar, canciones que me hagan recordarte. Regalame tu respiración, una sonrisa de madrugada y un par de mariposas para digerir. Abrazos que me dejen con los ojos pa' fuera, y besos de medianoche. Que me digas que me quieras mientras tanto y que tu mano esté sobre la mía todo el tiempo posible.
¿Pido mucho?.


Inspiración bizarra de un jueves friolento por la tarde. Casi tan depresivo como la que viste y calza frente a este monitor.

domingo, 26 de junio de 2011

Te quiero.

Quererte, sería como tirarse al mar desde la punta de la cordillera, sin saber nadar. Sería como meterse en el desierto sin pelopincho o limonadas con paraguas. Es como tostadas sin complemento, secas que te raspan la garganta. Quererte sería peor que los granos de la pubertad y violentos intentos para desaparecerlos. Jugarle tu último centavo a la quiniela, casi pegarle y perderlo todo. Quererte es la mismísima gripe porcina. Es poesía de Silvio Soldan. Quererte básicamente es todo, sin nada.






Ahora, si digo que te quiero... ¿Sería como una patada en la ingle?.

miércoles, 22 de junio de 2011

reviviendo

Me puse los pantalones en el asunto y te quise cada segundo, respiré tu perfume y soñé con el todos los días. Ahora te veo, te tengo, no me arrepiento y suspiro. Tu mano sobre mi mano, no quiero perderla. Nada de enamoramientos dije (y ya estaba hundiéndome en medio de una catástrofe sentimental).
Comedia trágica, sólo juego. Aunque quisiera, ya estoy en un frizzer.

domingo, 5 de junio de 2011

auto-estima te quiero


Yo no creía cuando mamá me decía que mi auto-estima era elevado por las nubes , ¡pero es cierto!, de un fin de semana a otro, estoy renovada (y si, eso suena a publicidad de Sprayette, pero sin producto vigente). Nunca falta un desliz y ya volví al rodeo. Si me hiciera una auto-crítica sería impulsiva habladora, refresqué las cuerdas y lo empañado se hizo luz. Ya no quiero seguir queriendo. Tengo mucha suerte de encontrarme con colores, sorpresas, sensaciones y diferentes personas. ¿Se debe a la auto-estima?, no nos dejemos estar muchachos, vivamos hoy y ahora y que todo lo demás que dejamos escapar o que nos dejó irnos, fue por que en realidad no es para nosotros -acá ya tiramos al destino, que rápidamente asocio con predicciones, magos y bolas, en el buen sentido, las de cristales-. Existe, o no. Sentimos, y si. Pero ¿cuantas veces necesitamos tropezarnos antes de caer?, o caer para no levantarnos -la primera suena un poco más... optimista-. Cuestión, me comieron los pies los gusanos, me cosquilleó todo el cuerpo, descargué, y estuve tan libre como podía. Amanecí y al fin, volví a reciclar mis ideas, y empezamos con la cuenta regresiva ¿cuánto tiempo me dura el auto-estima esta vez?
Ahora, me encantaría seguir mis propios consejos.