Sentimientos Bochornosos

¡No!, ¡llegué tarde a la circulación sanguínea sentimental!, mis arterias ya no bombean. Así es, no podía pasar más de un tiempo, sin volver a los disparates amorosos. Yo digo, dicen que querer a alguien es caer en un éxtasis divino, en todo caso, ¿no sería la capacidad de dar autoridad a un extraño de estrujar nuestros principales y honorables órganos del sistema circulatorio humano?, una vez acontecido, nos ponemos fríos y todo da vueltas sobre básicamente, el vacío EXISTENCIAL (a mi entender, si, muy emo). Partamos de la base: dos que se conocen, son dos más que antes, y he allí el final, quedas hecho concha (literalmente, tenes cara de fluidos vaginales, un 90%), finalmente, estás totalmente tan rígido, hiper-seco, con necesidad de idas con las que te dejan en un expreso rotundo de melancolía estressastica -acabo de inventar esa palabra- y volves, con embace revolucionario, tan poco envidiable y con un odio sano helandote el páncreas, con eso me refiero a ¿por qué la gran mayoría queremos a los que nos hacen mal?, a soretes mal nacidos, tetillas putrefactas, olor a pies, cagadera sin papel, odiosos, que ganas de raparse la cabeza con una depilady y hacerse 9 rastas con los pelos nazales.
 Generalmente no soy así, digo... tan negativa razones a comprender: estoy con Andres, no duermo hace muchas horas y desposeí internet por tres días, ¡PERO ACÁ ESTOY!, con la verdad de mi milanga y hay personas que valen la pena, son como pastillas parlanchinas, nos hacen bien, y nos sacan sonrisas -¡gracias amigos!-.
Aparecí, liberada, creo que "trágica" es la palabra que mejor me define. Y vamos haciendo espacio, que quiero caviar está vez. Y seguimos con Ray Charles "A song for you", subsuelo, ¿conoces?, bueno, un poco más abajo, estoy yo. Y si, dije eso, es por que se me acaba de borrar todo lo que había escrito ¡GOOGLE FALLÓ y la que te tiró de las patas, negro!, (tenía un comienzo digno de tanta depresión, parecido al que había escrito ¡JÁ!), ¿tan patéticamente dramática puede ser una persona?. Y hay que ser lo suficientemente como para escribir estas cosas a las cinco de la tarde.
Cuando estoy tan así, "tan así" me refiero, cuando estoy tan, ASÍ digo, escuchando "Samson" de Regina, con los mocos hasta los pies, ¿entendes?, me pongo a pensar: ¿¡NO TE DAS CUENTA!?. Digo... no sé como... es notorio, se me caen los calzones cuando escucho tu nombre, pero siempre supe que verte a la par no era verdadero.
Perdón, no puedo digerirte, parece que quedaste entre mis pulmones y tengo la costumbre de devolver lo que no quiere entrar al inodoro, y acá estoy, escupiendo-te. Y así te digo, después de varias horas y días, meses después de querer escribir estos sentimientos bochornosos, me olvido de vos.

En memoria a un forro pelotudo.