sábado, 12 de febrero de 2011

cambios rotundos

Y cuando creí que nada era peor que no tener comida, después de una extensa revoloteada con la almohada (que mal que suena eso), pensas: "¿HOY, SÁBADO?, WHAT PASS RO?, 1:28 AM...", vos, escribiendo, a las oscuras, como siempre, pero ahora peor, por que tu computadora con letras grandes está averiada, y estas en la netbook de tu vieja, que no ves una mierda, LITERALMENTE, le vas pegando a las letras, Y SÍ... No encuentro el motivo del por que estoy acá, desahogando cuestiones ilógicas y escuchando música de un solo oído -auriculares del orto- ¿BOLICHES... qué pasa?, no me digas que estás creciendo rocío, por que me caigo de jeta, mi negra. Hace dos, DOS fines de semana que ni se te cruza por esa cabecita loca salir de casa, con la idea de llegar la madrugada siguiente con la certeza de no encontrar nada más re-confortable que tu cama con una cálida bienvenida y con menos lógica que nunca jamás. ¡CAMBIOS!, ¿CAMBIOS?, ¿MIEDO?, ¿mucho?, ¿o solo es la abstinencia del no querer saber y la sordera del audífono izquierdo?.
Y de repente pensé ¿qué se me viene a la cabeza cuando pienso en cambio?, ¿MADURACIÓN?, a mí entender, ésta implica ESTIMULACIÓN CON ACCIONES PROPIAS (cagamos, olvidate). Pero... supongamos que alguna vez tengamos que madurar, entonces, ¿tendríamos que dejar de lado los celos, las bromas de mal gusto, los enredos auto-neuróticos, dramatizaciones y sentarnos a tomar el té con el meñique en alto?. Por suerte, la primera etapa de CAMBIOS, ya la pasé, la superé y en otros sectores, aprendí a manejarla. Y hablamos ¡SI SEÑORES!, de los cambios físicos. La puta madre,  como evolucionamos, barba, acné ¿y sabes cuánto desearía evitar el cavado y cuatro días del mes, en los cuales "ALGUIEN" nos visita?, igual... ¡lo espero con una gran sonrisa!, (o mis padres, terminarían de ahorcarme antes que pueda decir "fluidos vaginales rojos, vengan a mí"). Y cuando hablamos de cambios físicos, se me viene la imagen viva de el gimnasio, ese gimnasio que fui un par de horas, y meses de secuelas perduraron en mí, y todas modelos defilandose por el pasillo, y hombres presumiendo espectorales de ALTO RIESGO, y pensando: "¡TE AGARRA ESE MUCHACHO, TE HACE DE GOMA!", (comentario de vieja solterona, con la necesidad de encontrar algo más que leche tibia al llegar a casa y un tema de los Chalchaleros en crónica TV). Igualmente los cambios físicos son directamente proporcional al cuidado del cuerpo, que debería ser normal, aunque algunos seres, no se lo tomen con suma importancia (ROMÁN, hacenos un favor, rasurate).
Y por último están los cambios cotidianos. Últimamente las separaciones de pareja están de moda, es más, mi mamá es una mujer separada y "juntada", la verdad que el cambio, no fue grande, es decir, pasé por varios colegios, y de casa también, y el perro actual (el del problema con las flatulencias) es mi tercer perro, en estos dos últimos años, y con eso me refiero, a qué los cambios están buenos, llenos de pedos, bueno, pero aprendemos a acostumbrarnos y en ocasiones llegamos a quererlos. Me considero una de las personas a veces le URGEN LAS CONMUTACIONES, generalmente en sí, y debe ser hereditario, por que en casa los muebles se cambian de lugar todos los meses. Sin embargo, algunos de ellos nos traen preocupación, pero seguido de éstas, se encuentra la adaptación y en un abrir y cerrar de ojos, ya estamos conviviendo con nuestros cambios, ya sea con cara de depresión por esos cuatro días menstruales, pareciendo Bin Laden (repercutimos a Román otra vez), o el auto-estima en grado bajo cero por tener un choclo de cara. Y hablando un poco de cambios, ¡CÓMO CAMBIA EL CLIMA EN MAR DEL PLATA, LA PUCHA QUE NOS TIRÓ! (ey, estaría bueno que deje de imitar a las amigas de mi abuela, con las que juego a la canasta los domingos, ¡chiquis Legrands, son puras reinas!).
Para ir cerrando y despidiéndome del tema "cambios" y sin poder creer que no halla CASI cambiado de idea, a mi parecer, los cambios, no nos aseguran nada bueno, nada malo (en realidad ¿alguien o algo lo hace? exceptuando las compañías de seguros, o publicidades parecidas).
Les deseo muchos cambios, mis queridos lectores, de no ser así, no tendrían de que preocuparse o de que carajo hablar con sus familiares, amigos, psicólogos, el carnicero de la esquina, el perro, el diario íntimo, oso de peluche o blog.


nota mental: Necesito un corte de pelo URGENTE, operación de nariz, un retoque de bubis y un touch de colágeno. ¡No estaría nada mal!

1 comentario:

Federico Gil García dijo...

Me gussssssssta tu forma de expresarte querida morsinovia, están buenos tus monólogos trasnochados.
Sobe del fefo.